Tratamiento del bebé

Existen diversas patologías asociadas al bebé en relación al embarazo y al proceso del parto que pueden ser tratadas eficazmente por el osteópata; cólicos del lactante, tortícolis, plagiocefalias y problemas en la deglución son algunos ejemplos.

Es conveniente realizar una revisión en los primeros meses de vida ya que las posibles tensiones sufridas por el bebé durante el embarazo y el parto pueden inducir cambios en el proceso de crecimiento de los diferentes tejidos. Pongamos el ejemplo de un traumatismo sobre el cráneo del bebé durante el parto. Puede producir un exceso de tensión sobre los centros de osificación en un cráneo aún en formación, y modificar su crecimiento normal, alterando la estructura y su función, desarrollando tortícolis llamada congénita y produciendo posteriormente adaptaciones en torsión de la columna vertebral.

La evolución de la base del cráneo es testigo de la evolución del conjunto del cuerpo.

El osteópata examina con sus manos amorosas el cuerpo, miembros, tórax, columna y cráneo para comprobar que no hay distorsiones y tensiones, interpreta qué está ocurriendo en los tejidos mediante técnicas de “escucha” y corrige las disfunciones mediante técnicas de inducción. Son maniobras suaves, casi imperceptibles que tratan de eliminar tensiones y devolver la movilidad a los tejidos para un correcto desarrollo psicomotriz.

El tratamiento del bebé tiene dos objetivos:

1) Ajuste mediante la intención cuando hay un traumatismo (trabajo de modelaje)

2) Acompañamiento, esperando la puesta en marcha de las funciones.

A veces disfunciones no tratadas en el bebé tendrán una manifestación clínica en el adulto cuando el organismo pierda su capacidad de adaptación.