La importancia de la alimentación

El organismo precisa un equilibrio correcto de nutrientes para su buen funcionamiento; por un lado, aportar suficientes nutrientes para que el individuo pueda producir energía y desarrollar una actividad normal y por otro, atender a la reconstrucción celular y al crecimiento.

Cuando se ingieren más nutrientes de los que necesitamos, éstos son mal absorbidos en el proceso digestivo, produciendo multitud de alteraciones, obligando a nuestro organismo a consumir una gran cantidad de energía y agotando los sistemas de eliminación de nutrientes excesivos y toxinas que son transportadas por la sangre e implantadas en las células.

La procedencia de los alimentos no es indiferente; en los últimos años, debido a la modernización de la agricultura y los productos procesados, nuestra alimentación ha ido alejándose cada vez más de la dieta tradicional con alimentos naturales. Los actuales sistemas de producción los desequilibran, a la vez que dejan tóxicos residuales acusados de ser mutágenos, cancerígenos, reductores de la fertilidad… Hay que añadir varios miles de sustancias artificiales susceptibles de ser añadidas como aditivos.

Se ha abusado demasiado de la visión mecanicista del cuerpo como máquina termodinámica, necesitada únicamente de calorías o “carburante”, y no se ha valorado adecuadamente si las calorías son al mismo tiempo un aporte de nutrientes y vitalidad o simplemente son calorías “vacías”.

Al preparar el menú diario no sólo se han de obtener platos sabrosos, sino que se han de conservar al máximo los nutrientes que contienen los alimentos y evitar así la obtención de sustancias tóxicas para el organismo, siendo importante por ello el modo de cocinar.

La alimentación incide de modo definitivo en la salud. Según la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud), existen un gran número de enfermedades relacionadas con la alimentación, ya demostradas: Hipertensión, Bocio, Enfermedades cardíacas, Caries, Obesidad, Cáncer de mama, Enfermedades de hígado y vesícula biliar, Diabetes, Cáncer de estómago, intestino y recto, Osteoporosis, Artritis, Artrosis, Anemia…

Apostamos por una dieta “cualitativa”, sana y equilibrada, basándonos en el respeto a la integridad del organismo; por lo tanto, exenta de alimentos procesados y desvitalizados y aportando de esta forma a nuestra vida la base para la armonía y el equilibrio en el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu.

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