Condromalacia rotuliana

También llamada síndrome femoropatelar, dolor anterior de la rodilla o síndrome de hiperpresión rotuliana. Es el reblandecimiento, degeneración, desgaste del cartílago de la rótula en su parte interna. Este desgaste está producido por un roce anormal de la parte interna de la rótula sobre el fémur durante determinados movimientos de flexo-extensión de la rodilla.

Dejando a un lado alteraciones de tipo metabólico o infeccioso, se cree que la condromalacia rotuliana que se presenta en adolescentes y adultos jóvenes está relacionada con sobrecarga, lesión o demasiada fuerza sobre la rodilla, y en muchos casos el diagnóstico médico es un ligero problema de la posición de la rótula, la cual se muestra desalineada.

Los protocolos básicos de tratamiento suelen basarse en fortalecer el cuádriceps en extensión de rodilla, especialmente el vasto interno, con el objeto entre otros de alinear la rótula correctamente.

Entiendo que el tratamiento de este síndrome no es fácil por cuanto que la experiencia clínica nos dice que la recuperación completa se produce en pocos casos y además son frecuentes las recidivas, es por ello que me gustaría hacer varias reflexiones biomecánicas en relación con esta patología:

  1. La inserción del cuádriceps está en la parte superior de la rótula, su contracción produce un ascenso de la rótula, no una realineación lateral. No hay músculos que tiren lateralmente de la rótula como para pensar en utilizarlos bajo la hipótesis de desalineación de la rótula.
  2. Si la condromalacia está producida por una sobrecarga o demasiada fuerza en el cuádriceps, es decir, porque la rótula impacta contra el fémur y es por eso que se desgasta el cartílago, dicho fortalecimiento empeoraría el síntoma.
  3. El fortalecimiento de cuádriceps en extensión es un ejercicio ejecutado por un mandato cortical voluntario a través de la vía piramidal utilizando sólo parte de las fibras musculares, obviando la contracción de las fibras tónicas encargadas de la postura y el movimiento automático propios de la marcha humana.
  4. Dicho fortalecimiento se realiza de manera analítica y en cadena cinética abierta, es decir, con el pie en el aire. Este tipo de ejercicio no integra los diferentes grupos musculares del miembro inferior, que recordemos trabajan siempre en conjunto, no de manera aislada, bajo la influencia de la información aportada por el apoyo plantar.
  5. Existe un triángulo de líneas de fuerza en el miembro inferior que soporta el peso y representa las presiones verticales descendentes a lo largo del fémur y la tibia sobre el astrágalo, que se encarga de repartirlas sobre el triángulo de apoyo del pie. La estabilidad transversal de la rodilla depende del equilibrio de estas fuerzas, por un lado las fuerzas antigravitatorias representadas por la musculatura, muy especialmente por los obenques interno y externo, las fuerzas descendentes a lo largo del fémur, a lo largo de la pierna en su totalidad y la línea central de gravedad.

Líneas de fuerza

Cualquier anomalía funcional en alguno de elementos de la mecánica humana, podría perturbar el equilibrio biomecánico de las líneas de fuerza afectando a la rodilla, pongamos el ejemplo de una hernia discal lumbar que producirá una adaptación postural en la pelvis modificando la relación entre cadera, rodilla y tobillo.

La condromalacia rotuliana no es un problema de rodilla, pero afecta a la rodilla

Os voy a poner un par de ejemplos básicos de desequilibrios que pueden producir condromalacia rotuliana.

El primero local

LimitacióKINESIS_0160n de movilidad de rodilla, flexo de 3 a 5 grados, suficientes como para impedir un correcto bloqueo osteoarticular en extensión durante la bipedestación.  Los receptores propioceptivos informan al sistema nervioso de esta perturbación e inmediatamente se produce una respuesta muscular involuntaria de contracción del cuadriceps permanentemente para asegurar la estabilidad anteroposterior de la rodilla. Esta contracción mantenida en el tiempo produce una presión excesiva de la rótula contra el fémur, que si no es corregida producirá desgaste por fricción. Si usted flexiona las rodillas notará como la rótula se impacta contra el fémur.

Segundo ejemplo un poco menos analítico

En relación a estas líneas de fuerza existen diferentes tipos de postura. El tipo posterior, con el centro de gravedad posterior con el segmento lumbar medio (L3) retrasada con una deslordosis lumbar. El individuo está apoyado sobre los talones con rotación externa de caderas, y para compensar está obligado a flexionar ligeramente las rodillas y contraer los cuádriceps de manera involuntaria para asegurar que la línea central de gravedad no se salga del polígono de sustentación en sentido posterior. Si usted se apoya en los talones notará como la rótula se impacta contra el fémur.

El tratamiento de la condromalacia rotuliana debe tener en cuenta todos los factores mecánicos, ajustando la estructura a nivel postural, liberando las rodillas del exceso de presión y reeducar el movimiento reflejo y automático de los miembros inferiores. Para ello es necesario realizar un programa de reeducación basado en el incremento de la conciencia corporal favoreciendo en todo momento la fisiología natural del movimiento humano. Esto es en cadena cinética cerrada ya que es más funcional y favorece la búsqueda de cadenas de coordinación global del miembro inferior, modificando las líneas de fuerza y estimulando los receptores propioceptivos encargados de controlar la actividad tónica postural.

 Texto Leo Fabre