Cataplasma de arcilla verde

Forma de aplicación para un proceso inflamatorio local

Añadir un poco de agua a un recipiente tipo cuenco, de vidrio, porcelana o madera, la cantidad debe ser proporcional a la zona a aplicar. Espolvorear poco a poco la arcilla verde para que se vaya disolviendo sin crear grumos. Remover con una cucharilla que al igual que el recipiente no deben ser metálicos. Formar un fango espeso de tal manera que al coger la mezcla con la cucharilla y darle la vuelta, esta permanezca en la cucharilla sin derramarse ni gotear. Aplicar sobre un trapo de algodón y formar un cuadrado o rectángulo  de tamaño apropiado a la zona a aplicar. La mezcla debe tener entre uno y dos centímetros de grosor. Coger el trapo por debajo y aplicarlo sobre la zona corporal con la arcilla en contacto directo con la piel.  Liar una venda de manera suave y sin apretar con objeto de mantener la estabilidad de la cataplasma.

El tiempo mínimo de aplicación para una inflamación es de tres a cuatro horas, aunque una manera cómoda es colocarla antes de acostarse y dormir con ella toda la noche. Es conveniente que al quitarla aún esté fresca ya que en caso de procesos inflamatorios la sequedad de la mezcla puede producir irritación en la piel.

Para las siguientes aplicaciones utilizar arcilla nueva. La arcilla en cataplasma sólo sirve para una aplicación ya que una vez utilizada contendrá elementos tóxicos.

Cómo actúa la arcilla verde

La arcilla verde es un poderoso desintoxicante. Posee gran potencial de absorción de las impurezas contenidas en los tejidos, que son captadas, neutralizadas y drenadas,  eliminando las toxinas que se encuentran en suspensión en los líquidos orgánicos. Además reduce la toxicidad de las sustancias dañinas y neutraliza los venenos.

Otro factor que hace de la arcilla un elemento interesante desde el punto de vista terapéutico es el aporte al organismo de sustancias minerales cuando se utiliza externamente como cataplasma.

En general y dependiendo de la modalidad de aplicación, la arcilla aporta entre otros:

  • Sílice (agente remineralizante y antitóxico importante en los terrenos óseo, vascular, nervioso que además actúa sobre las fibras elásticas y en la regeneración de los tendones y la piel)
  • Magnesio (fundamental para el crecimiento de los huesos al permitir la correcta asimilación del calcio, drena además el hígado, estimula la bilis, es antiséptico y antioxidante, activa la regeneración celular y calma psíquicamente)
  • Calcio importante en la formación y conservación de los huesos y dientes e imprescindible en la coagulación sanguínea y en la regulación del sistema nervioso)
  • Sodio( junto al potasio regula el equilibrio de líquidos en el organismo)
  • Potasio (complementa la función del sodio)
  • Manganeso forma parte de muchas enzimas y provoca la acción de otras en proceso antioxidante y de producción de energía)
  • Hierro (produce glóbulos rojos en la sangre, favorece la circulación y oxigenación del organismo e interviene en la generación de energía)
  • Zinc ( necesario para el sistema inmune es además imprescindible para el crecimiento, la formación de tejidos y la maduración sexual masculina)